El viaje ha llegado a su fin. La serie de Juego de Tronos emitida por HBO y basada en las novelas de George R. R. Martin ha terminado. O al menos la serie principal, porque sabemos que hay intención de sacar tres spin-off.
Como es lógico ante una producción tan titánica que ha movido masas de fans y fanáticos, la reacción ante su desenlace ha enfrentado a los dos bandos hasta llegar a situaciones ridículas como esa campaña de más de un millón de personas que piden rehacer la octava temporada de la serie.
A lo hecho, pecho, como se suele decir. Y al que no le haya gustado, que vaya pensando en alternativas para volver a engancharse a una serie. En ese sentido, tenemos muchas ganas por ver qué tal estará la de The Witcher. Pero como para eso aún hay que esperar hasta finales de 2019, os vamos a proponer otro juego distinto al de los escarceos de los actores y actrices de Juego de Tronos con otros videojuegos que vimos la semana pasada.
Hoy vamos a repasar, en tono de humor, esos videojuegos que han recreado, a su manera, algunas de las escenas más mediáticas de la serie. Lógicamente, al contrario que en el anterior artículo, aquí sí que tenemos que soltar SPOILERS de toda la serie, así que cuidado con seguir...
La boda roja en Hitman: Blood Money
Empezamos por uno de los mejores capítulos de Juego de Tronos, el 3x09, titulado oficialmente "Las lluvias de Castamere" pero apodado como "La boda roja". Un episodio que dejó claro que no había ningún personaje imprescindible en la serie al haber toda una masacre donde murieron Robb Stark y su esposa (embarazada) Talisa Stark, Catelyn Stark, el huargo Grey Wind, Joyeuse Frey y Wendel Manderly, aparte de un montón de soldados.
Esa sangría la protagonizó, a su manera, el Agente 47 en Hitman: Blood Money, donde ofició una boda en la misión "Hasta que la muerte nos separe". Nuestros objetivos eran Leblanc y Muldoon y podíamos afrontar esta novena misión de múltiples maneras, siendo la más polémica la de no hacer ningún tipo de concesiones y matar al centenar de invitados a la boda.
El duelo entre Sandor y Gregor en Dark Souls
Esto lo pensamos todos al ver este esperadísimo reencuentro entre los hermanos Clegane (Sandor y Gregor; más conocidos por El Perro y La Montaña) en el penúltimo episodio (Las Campanas), con todo Desembarco del Rey quebrándose por completo por culpa de una desatada Daenerys a lomos de Drogon. Porque sí, esa escena entre hermanos, con ese aspecto de lo más imponente para La Montaña, parecía sacado de Dark Souls. Como si estuviésemos adentrándonos en la parte más profunda de Anor Londo.
HOARD: Daenerys a lo berserker con Drogon
Ya que mencionamos la locura de Daenerys a lomos de Drogon dentro de Desembarco del Rey, donde hizo caso omiso al tañido de las campanas, cabe recordar aquel indie llamado HOARD donde controlábamos a un dragón que tenía que exterminar a todos los pueblos de la zona para robarles su oro y hacerse más poderoso. Lo que intentó la rompedora de cadenas a su modo, con el miedo y ese ansia de poder que acabó por consumirla del todo.
Arya Stark, Avenging Spirit y Lollipop Chainsaw
Cuando dijimos que este repaso iba en clave de humor, iba en serio. Porque lo de Lollipop Chainsaw es una metáfora a lo bestia entre Ned y Arya Stark y la presencia de los Caminantes Blancos. Pero vayamos punto por punto.
Si bien Juliet Starling fue la que decapitó a su propio novio para salvarle la vida tras la morderura de un zombi, hizo, en cierto modo, que se esforzase más como cazadora de zombis para intentar salvar la vida de su chico. Si lo pensamos bien, cuando Arya vio cómo decapitaban a su padre, juró que se vengaría de todos los responsables. Y de paso también se ocuparía del líder de los Caminantes Blancos, acabando con el mayor temor de Poniente.
Lollipop Chainsaw arranca con la mayoría de edad de Juliet, mientras que Arya fue evolucionando a lo largo de toda la serie hasta convertirse en una guerrera letal, la que acabó con la vida del temible Rey de la Noche.
Aquí fue vital lo que pasó entre la quinta y sexta temporadas, con su llegada a Braavos al ser aceptada por la Casa de Blanco y Negro, con Jaqen H'gar de tutor hasta que logró convertirse en "nadie" al poder cambiar de rostro para engañar a sus enemigos. Salvando las distancias, recuerda al protagonista de aquel Avenging Spirit de Jaleco, que tuvo que morir (ahí, literalmente) para que su espíritu pudiese meterse en el cuerpo de cualquier enemigo.
Jaime Lannister, Big Boss en Metal Gear Solid V
La historia de los personajes de Metal Gear es muy densa, pero aquí nos interesa quedarnos con ese Big Boss que vimos en Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, con esa prótesis en la mano que ahora nos recuerda (sin su misma efectividad) a la de Jaime "Matarreyes" Lannister. Aunque la vida de estos dos villanos no haya sido la misma, porque el hermano de Cersei siempre fue "el más tonto" de los Lannister y un ser enfermo por culpa de su amor prohibido (con descendencia, además) por su hermana Cersei.
La evolución de Big Boss es más compleja de diseccionar, desde luego, en parte por todo lo que rodea a Les enfants terribles, Solid Snake, Liquid Snake y Solidus Snake. Así que dejamos el guiño/metáfora con Jaime ahí. Eso sí, jamás le perdonarémos cómo jugó con los sentimientos de Brienne de Tarth.
Lyanna Mormont y Shadow of the Colossus
"La larga noche" fue uno de los episodios más esperados de toda la serie de Juego de Tronos y el motivo fue bien sencillo: ver esa lucha contra las almas incansables de los Caminantes Blancos, lideradas por el Rey de la Noche. Fue casi hora y media de metraje donde lo pasamos mal (también por la escasa visibilidad) y disfrutamos a partes iguales de una batalla legendaria.
Lo de Arya fue el momento culmen que hizo justicia a uno de los mejores personajes de la serie y que más han evolucionando a lo largo de sus ocho temporadas, pero hubo una escena que fue la metáfora perfecta de David y Goliat, sobre la lucha entre el débil y el más fuerte, de aspecto imponente y cuya derrota parece imposible de afrontar. Hablamos, claro está, de ese último aliento de Lyanna Mormont ante un gigante controlado por el Rey de la Noche, donde pudo asestarle un golpe letal para que su muerte no fuese en vano. En perspectiva, un combate que nos hizo pensar en todos esos duelos aparentemente desiguales en Shadow of the Colossus. Porque hasta los seres colosales tienen puntos débiles...
El menosprecio por Bran Stark y The Surge
Que Jon Snow reinase en los Siete Reinos sería el recurso fácil para Juego de Tronos. Y ni siquiera parecía factible que Daenerys se saliese con la suya, de ahí que se empezasen a barajar muchas hipótesis para intentar dilucidar quién se haría con el trono de hierro. Sí, al final fue Bran Stark ante una aplastante unanimidad del consejo y gracias al discurso de Tyrion Lannister.
Cierto es que Bran ya no era el mismo niño Stark al que conocimos en la primera temporada de la serie, con ese abrupto final cayendo del torreón por un empujón de Jaime para que nadie supiese el affaire con su hermana. Y que con el paso de las temporadas, gracias a varios compañeros (sobre todo HODOR en "El Portón"), se acabó convirtiendo en El Cuervo de Tres Ojos con la ya icónica figura de su imagen postrada en una silla de ruedas.
Ya el propio The Surge, uno de los juegos que mejor han sabido explotar la fórmula de los Souls, nos demostró con su impactante introducción que no debería haber barreras aunque se pierda la movilidad de las piernas. Porque sí, también puede gobernar los Siete Reinos un simple "tullido".
Fire Emblem y el ansia por alcanzar el trono
Tengo claro que no hay videojuego que se parezca más a Juego de Tronos que Fire Emblem, como recordé al final de su sexta temporada: desde la importancia capital de los antiguos dragones hasta el hecho de que casi todos sus personajes son prescindibles (por la muerte permanente).
Hay más, por supuesto, como la delgada línea entre los que son buenos y malos, el respeto por los combatientes más veteranos, el papel que juegan los hijos (que gobernarán el mundo) o cómo se forjan las relaciones hasta llegar al fornicio. Sin embargo hay un detalle que lo ejemplifica de modo más claro: ese deseo por alcanzar el trono para gobernar los reinos.
En Fire Emblem esto se reflejaba en prácticamente cualquier mapa donde se nos decía que para ganar había que alcanzar el trono. El principal objetivo que ha tenido la serie de HBO en sus ocho temporadas. Y eso que ya no exista el trono de hierro por culpa del arrebato de ira de Drogon...
¿Me he pasado con las metáforas de Juego de Tronos? Contadnos qué otros ejemplos se os ocurren mientras doy un paseo de la vergüenza por mi pueblo...