Me gustan los juegos que me llevan a un estado mental concreto. Esos títulos cuyo conjunto de elementos se disponen de la forma correcta en que el camino a la transición emocional resulto no sólo sencillo, sino inevitable. El epítome en este sentido, y siempre hablando a nivel personal, es Hotline Miami. No hay título que de una forma más directa e inmediata haya sido capaz de llevarme a un estado de frenesí muy cercano al consumo de estupefacientes. Ninguno de sus hijos bastardos me ha embarcado en un tren semejante, ni siquiera el magnífico Ape Out, pero ahora viendo el tráiler de Midnight Fight Express he sentido unas cosquillitas similares.
Desarrollado en solitario por Jacob Dzwinel (¿qué demonios ocurre en Polonia?), Midnight Fight Express ofrece básicamente una ensalada violencia estética a base de hostias como panes donde el timming y el escenario que se encuentre alrededor parece de vital importancia.
La música synthwave y los disfraces retrotraen inevitablemente al ¿clásico? de Dennaton Games, mientras que la plasticidad en los movimientos y las coreografías de violencia masificada (esa batalla en la iglesia) parecen caminar en una dirección que recuerda más a títulos como Gang Beasts o Bloodroots. El cóctel, al menos en el tráiler, funciona a las mil maravillas, tanto que me pregunto hasta qué punto hay elementos scripteados y cuales son en cambio acciones propias del jugador. Lo demás por ahora es una incógnita. La descripción del título habla de la posibilidad de subir de nivel como luchador y convertirse en el mejor de la ciudad, por lo que parece que existirá algún tipo de ranking, pero no queda claro si ese es el objetivo.
Midnight Fight Express tiene "eso" que hace que te quedes embobado mirando el tráiler, algo de lo que no muchos títulos pueden presumir. Dzwinel tiene algo importante entre manos, pero habrá que esperar hasta 2021 para comprobar hasta dónde ha conseguido llegar. Por el momento podéis acceder a algo más de información en su cuenta de twitter, o echar un vistazo a su página oficial.