Hablando de Voyage el otro día, comentaba mi sensación sobre el creciente feísmo videojueguil mientras recalcaba mi necesidad de juegos bonitos donde la violencia no sea el epicentro de la acción. Sé que esto es una etapa, y que seguramente dentro de un par de meses esté deseando títulos que saquen lo peor de mí y me lleven por caminos de violencia descerebrada a lo Hotline Miami, pero ahora toca este mood, así que es una suerte haber descubierto TOEM.
Desarrollado por el estudio Something We Made, TOEM nos propone viajar por paisajes de inspiración escandinava mientras hablamos con diferentes personajes, descubrimos distintos entornos arquitectónicos, tomamos fotos, vamos a pescar o escuchamos música tranquila en el autobús. Un remanso de paz y buen rollo que invita a disfrutar de cada momento.
De la importancia de la fotografía como elemento naturalizador, que sustituye el click de la cámara por el del gatillo, ya nos habló mi compañero Hugo Gris en su crítica del estupendo Umurangi Generation. TOEM tiene algo de esto, de retratar la cotidianidad desde el punto de vista del viajante (me cuesta utilizar la palabra turista aquí). Sus autores lo definen como un juego que "te invita a pararte a oler flores" y no encuentro mejor definición posible. El tráiler es un remanso de paz lleno de personajes adorables cuya propuesta estética le sienta estupendamente. La sencillez es una virtud no demasiado valorada en estos tiempos, así que da gusto encontrarse con una propuesta de estas características.
TOEM está anunciado para el Q1 de 2021 en Windows, pero muy mal se tendría que dar para que no acabe como mínimo en Switch. Nos lo marcamos para seguirle la pista.