No hay un problemita más del primer mundo que eso llamado "depresión post-vacacional". Ahí estamos nosotros con nuestra cara larga mientras volvemos a la oficina y recordamos las largas puestas de sol junto a los interminables platos del buffet libre. Muy bien que me parece. No me escondo. Regresar a la vida real y comprobar que todo aquello no era más que un periodo de prueba de quince días de lo que te estás perdiendo por ser POBRE es suficiente como para deprimir a cualquiera. Toca engancharse a las experiencias virtuales, y aquí está The Touryst para continuar un eterno verano.
Vóxeles bien. Esto es así. Si además abusas de la distancia corta de enfoque mucho mejor. Eso han debido pensar los alemanes Shin'en Multimedia GmbH, quienes nos invitan con The Touryst a recorrer una hermosa isla llena de secretos con nuestra mejor camisa hawaiana.
The Toutyst nos lleva a Monument Island, una isla llena de diversión que nos invita a bucear en sus hermosas aguas, jugar en los recreativos o bailar hasta el amanecer mientras probamos diferentes cócteles. Tenemos completa libertad para hacer lo que nos de la gana siempre cuando no sea tirarnos por un balcón, pero no siempre las cosas son lo que parecen. Nuestra isla vacacional esconde múltiples secretos que sólo algunos lugareños conocen.
Resulta sencillo entrar en The Touryst. Su apartado artístico invita a jugar y disfrutar de sus preciosos paisajes cúbicos. Convertirlo en una hermosa caja de arena interminable habría sido más que suficiente, pero la inclusión de una pequeña trama a resolver parece darle el puntito necesario para enganchar a los que, como yo, necesitamos algo que nos empuje más allá de la búsqueda de diversión. El hecho de que sea exclusivo (de momento) para Switch hace pensar que se habrá puesto un especial mimo para que todo funcione a las mil maravillas en el dispositivo de Nintendo, lo cual es otro punto a favor en una máquina que normalmente sólo encuentra su límite en las propias creaciones de la compañía nipona.
The Touryst llegará en noviembre. Un mes perfecto para volver a una isla paradisíaca antes del tormento navideño.
