Ya lo dijo Einstein justo después de aquello de una cuarta Guerra Mundial con palos y piedras, si la tercera se lucha por el control del petróleo, la cuarta será por el control del aire acondicionado. Esto que me acabo de inventar por culpa de la deshidratación simplemente venía a decir que hace un calor infernal y, al menos por aquí, ya estamos hasta las narices.
Tan cansados estamos de pasar calor que hemos empezado a intentar engañar a nuestro cerebro y, para ello, nos hemos puesto a jugar a títulos donde el agua sea el principal protagonista. Parece mentira (y lo es) pero ya empezamos a estar más fresquitos, así que compartimos con vosotros el fruto de nuestro truco sin ninguna validez científica y/o práctica.
Abzu
El 'Journey' acuático. Puede que lo de adentrarte en las profundidades del océano agobie un poco, pero la buena noticia es que 'Abzu' es más bonito que un San Luis y, además, la claustrofobia submarina (puñetazo al diccionario) te va a durar menos de una tarde. Porque sí, es corto a rabiar, pero también es el ejemplo más claro de cómo debe hacerse bien en videojuegos una fase bajo el agua.
Assassin's Creed:Black Flag
Estoy a la espera de probar 'Sea of Thieves' para ver si 'Assassin's Creed: Black Flag' sigue siendo mi juego de piratas favorito. Con el tema de los barcos Ubisoft encontró un auténtico filón que ahora se dispone a explotar en 'Skull and Bones', y no es para menos porque lo conseguido en el Caribe daba para alargar la vida del juego un buen puñado de horas. Nunca me cansaré de navegar por esos mares.
Burning Rangers
Estoy de acuerdo en que lo de dar saltos al pasado para ver cómo era el agua en los 90 después de ver cosas como la pantalla del barco de 'Uncharted 3' puede causarle bajo a cualquiera, pero no podemos hablar de polígonos refrescantes y dejarnos fuera al 'Burning Rangers' de Saturn. El Sonic Team entregó algo que ha acabado convirtiéndose en título de culto por méritos propios y, con algo de suerte, algún día veremos una secuela de estos bomberos espaciales.
Ecco the Dolphin
En mi infancia el verano era la época en la que de tarde en tarde nos acercábamos al videoclub para alquilar juegos y, a falta de tenerlo como propio, alquilarlo un ratejo siempre pareció una buena idea. Lástima que mi inutilidad en aquél entonces me impidiese realizar el primer salto para salir de la bahía y continuar el juego más allá de su inicio, pero con aquella edad, si algo no funcionaba como yo quería significaba que debía estar roto, y no fue hasta años después que dije "ah… que era por aquí…".
Hydrophobia
Vale que tenerlo aquí frente joyas como las anteriores sea poco más que un ultraje, pero hemos dicho que utilizaríamos la lista para recordar juegos con el agua como principal reclamo y, bueno, si algo hizo bien 'Hydrophobia' fue adoptar el medio como una base sólida (badum tsch) con la que innovar. Un 'Tomb Raider' con coberturas acuáticas, terroristas de la vieja escuela y una duración más propia de una demo que de un juego acabado. ¿Sabéis esa tontería de "es que de malo que es, es bueno"? Pues aunque parezca mentira, aquí le viene que ni pintado.
Overboard!
Toca ponerse especialmente nostálgicos de la mano de uno de los grandes clasicazos de la primera PlayStation. De la mano de Psygnosis nos llegaba este juego sobre barcos que todos conocemos gracias a que se incluía una demo en el disco que acompañaba a la consola. Su disfrute interrumpido ya tenía su gracia, pero acercarse a la versión final y su multijugador era una de las opciones más recomendables de aquella época. Sorprendentemente ha aguantado bastante bien el paso del tiempo, así que si no lo probasteis en su día, vale la pena darle una oportunidad.
Rosco McQueen Firefighter Extreme
En toda lista debe haber algo que chirría más de la cuenta y genera controversia. En el mundillo solemos llamarle "este lo meto aquí porque yo quiero", y en esta lista el elegido es 'Rosco McQueen Firefighter Extreme'. Aquí tocaba matar robots a hachazos, apagar fuegos y salvar a inocentes de una torre en llamas, una y otra vez, y una y otra vez. Sin embargo fue uno de esos juegos que por alguna extraña razón se grabaron a fuego en mi cabeza. Probablemente, como hoy, hacía un calor de mil demonios y mi cerebro quedó afectado.
Splatoon 2
Vale, no es agua, es tinta, pero es líquido al fin y al cabo y, ante una situación extrema, lo mismo da un bucket challenge que un bote de Titanlux. Además en 'Splatoon 2' todos sus personajes van en chanclas, llevan camisetas sin mangas, disfraces estridentes y luchan hasta por quedarse con todo el líquido posible, hasta el agua de los floreros. Magaluf convertida en videojuego.
Super Mario Sunshine
Dicen que es una de las peores aventuras del fontanero, pero yo lo disfruté como un enano. Fue mi juego del verano allá por 2004, cuando pude echarle el guante en casa de una amiga en la que los días se regaban con playa y las noches con ACUAC (y otros líquidos que ahora no vienen al caso pero probablemente afectaron a mi entusiasmo en las partidas).
The Firemen
Ni rayos, ni pistolas, ni granadas conmocionadoras, si algo necesita un fuego para ser exterminado es agua (ahora es cuando viene un bombero a decirme que estoy equivocado, pero imagino que pilláis el punto). Es lo único que usabas en el primer 'The Firemen' y, sorprendentemente, daba para situaciones de lo más variadas gracias a cómo el fuego del juego reaccionaba, ofreciendo así distintos peligros que debían aproximarse desde diferentes perspectivas.
Wave Race 64
Miyamoto se puso en modo veraniego en Nintendo 64 y parió uno de los mejores juegos de carreras de los 90, un fenómeno gráfico y técnico que aún hace 10 años, cuando por estas fechas aterrizó en la Consola Virtual de Wii, era capaz de dejarnos de pasta de boniato. Igual la pasta de boniato no es lo más refrescante para terminar esta lista, así que cambiemos eso por un rico gazpacho. Motos de agua corriendo sobre gazpacho, el próximo hit del verano videojueguil.