Hay muchos juegos que te emocionan, pero muy pocos que te jodan físicamente. Los juegos de terror, los buenos, te aceleran y te generan un malestar que muchas veces se hace inaguantable y te obliga a apagar la consola. Hay juegos muy difíciles que generan tensión y agotamiento casi físico. Hay predicadores que aseguran que los nintendos pueden provocar epilepsia que es demonio. Hay e-Sports tan exigentes que provocan lesiones de muñeca. Seguro que hay gente que se ha hecho daño jugando a la Wii. La Virtual Boy provocaba jaquecas. ¿Pero hay muchos juegos pensados expresamente para jodernos? No se me ocurren demasiados, pero Zebra es uno de ellos.
Zebra es un experimento muy simple firmado por Bennett Foddy, el autor del mítico QWOP. Es poco más que un pasillo. Se parece más a los salvapantallas laberínticos de Windows 98 que a Wolfenstein. No tiene acción, ni siquiera me atrevería a considerarlo un first person walker. Es un efecto óptico interactivo. La única gracia que tiene Zebra es que te jode los ojos. Después de un rato caminando por esta habitación lisérgica, tu vista se acostumbra y consigue ver paredes, esquinas y suelo, pero cuando sales de ella todo tiembla.
Una movida.
Juégalo borracho.
Juégalo aquí.
Vía | Kill Screen
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