Que la existencia de un proyecto como SymbOS es sorprendente resulta un eufemismo. Que su existencia sea real y tangible, un Sistema Operativo para ordenadores basados en el procesador Z80 que podemos descargar e instalar en nuestros ordenadores clásicos, ahora mismo, y no se trate meramente de locos desvaríos anotados apresuradamente sobre una servilleta de papel (que si es de tela, es una faena), es rayano en ciencia ficción. "¿Dónde quieres ir hoy?" Sube, que SymbOS te lleva...