Pese a que el Amiga 500 era un gran ordenador, lo cierto es que tenía pocos juegos de plataformas en su catálogo, y casi ninguno con el carisma de Mario Bros o Sonic. No fue por potencia, pues la verdad es que el sistema podía haber movido un plataformas de este tipo sin problemas, simplemente era porque los desarrolladores no creyeron oportuno crear un juego de ese estilo. El jugador de Amiga era diferente al de consola.