El terror llega hasta un pequeño pueblo de Málaga
En la prolífica generación de las 32 bit, sagas como Resident Evil o Silent Hill hacían las delicias de los amantes del, hasta entonces, poco explotado género del survival horror. Durante esa y la siguiente generación, otros juegos y sagas se sumaron a lo que ya era un género que atraía a millones de jugadores, ávidos de pasarlo mal delante de la pantalla, sin ser meros sujetos pasivos como en las películas, si no siendo partícipes de la resolución de los puzles y misterios que se nos proponían en aquellas enervantes aventuras.



