Te despiertas. No reconoces nada a tu alrededor. Estás herido... herido y solo. ¿Qué demonios ha ocurrido? No recuerdas nada, pero tampoco tienes mucho tiempo para detenerte a hacerte preguntas. Tienes que hacer algo mucho más importante: sobrevivir. Sobrevivir en un hermoso mundo alienígena. Tan hermoso... como hostil.