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viernes, 5 de junio de 2015

Diario del desarrollador CXI – ¿Que si quiero o que si tengo? [indie-o-rama]

¿Tienen algún juego que enseñarnos? Claro que tienen. Al otro lado de la pantalla se crean muchos juegos; se hacen, se consumen, se devoran. Se pulen y comparten juegos, y oigan, qué honor recibirlos aquí, en primera línea. Nos llegan ideas, esbozos, conceptos, trailers, juegos a punto de publicarse y juegos publicados. Las mieles de la resaca tras las primeras actualizaciones de un juego exitoso y las hieles de esos correos cargados de frustración apenas disimulable. Del mensaje que, se intuye, ha chocado en muchas paredes antes de entrar por nuestro buzón. Vaya que si tienen juegos. A miles, tenemos. Ah, eso, los juegos. ¿Que si quiero o que si tengo?

Massive Breeding

De el cruce entre estrategia y RPG por turnos han surgido experimentos curiosos, pero no recuerdo de primeras nada como esta especie de simulador genealógico. Con un poco de Rogue Legacy y otro de batallas por turnos queda este juego de corte fantástico que lleva el batalleo a una escala genealógica, que nos invita a hacer cruces (*silbido sexy*) entre nuestros héroes para, yo que sé, derrotar a un mal u otro. Lo habitual, ¿no? Viene con el sello de aprobación de Double Fine, así que algo de raza lleva de entrada.

Massive Chalice

Bienvenidos a… ¿Rapture?

Madre mía, Rodero. El movidón subacuático que están montando los Frictional es de aúpa. Nada gótico pero igual (o más) terrorífico que los Amnesia, aquí nuestros amigos los suecos están haciendo un trabajo de narrativa y world building que estoy seguro va a marcar una cierta manera de hacerlas cosas en los años venideros. Y me callo ya antes de que vengan a darme con un el NDA en plenos morros.

SOMA

Amor verdadero es…

<... inserte rima soez aquí>. Como siempre comparto con ilusión lo que llega desde mi tierra, y es el caso de este juego plataformero muy retro. No se confundan, no es vagueza disimulada en un juegucho con el subterfugio de “lo retro”. A Hole New World, el juego de nuestra querida Alicia Guardeño recuerda para bien a la rigidez y mecánicas clásicas de los plataformas de 8-bits, y aporta una nueva dimensión al presentar dos mundos que coexisten, comunicado a través de los agujeros en los que estamos acostumbrados a morir. Acaban de salir a Greenlight, péguenle un buen vistazo.

A hole new world

Los Simpson siempre han estado ahí antes.

—Puedo sentir la múuuusicaaaaa.— dijo la niña intoxicada, con las manos aún mojadas de un líquido parduzco. Y sin embargo siguió negándose a jugar Proteus.

Shape of the world

Funomenal

Cuando era un chavalillo no me gustaban demasiado los Katamari Damacy. En mis encorsetados esquemas no entraba esa faceta tan juguete de los juegos. Necesitaba historias, objetivos. Necesitaba un sentido. Luego digamos que fui madurando, y empecé a captar los matices. En general, no de Katamari. El creador del simulador de escrabajo pelotero ha vuelto con este Wattam, que tiene a los periodistas de medio mundo entre confundidos y perplejos. No me las quiero dar yo de exégeta, pero yo en Wattam no veo un juego de darse las manitas. Veo la exploración de la infancia, y la maravilla de seguir sintiéndose pequeño en todos los sentidos. A ver qué opinan por ahí.

Wattam